martes, 29 de diciembre de 2009

El Mundo es un Gran Almacén

Resulta curioso percibir, como todo lo que nos rodea es sinónimo de realidad, y que aquello que está lejos de nuestra visión sobre la realidad, pasa desapercibido para el común de los mortales que vivimos en el mal llamado "primer mundo".

Es inútil hablarles a nuestros hijos sobre las limitaciones que sufren aquellos, que por el azar nacieron en puntos del Mundo en el que no es tan fácil conocer el significado de la palabra felicidad. Pero aún es más curioso, como aunque nuestros hijos dispongan de cuanto podrían desear tampoco son felices, y lo que es peor, nosotros tampoco.

Es incuestionable que las grandes corporaciones, empresas y gobiernos hacen lo indecible por hacernos creer que la felicidad tiene algo que ver con las posesiones..... yo tengo una cas más grande que los demás, yo tengo un deportivo de color rojo que maravilla a los viandantes a los que ni conozco ni quiero conocer, yo tengo más dinero en la cuenta bancaria.... y así podríamos estar hasta fin de año del año que viene, o del siguiente, o del otro, etc, tec, etc...

A decir verdad, las personas que he visto con mayor grado de felicidad no han sido aquellas que más tienen, y eso me ha hecho pensar en las razones que nos llevan a ser felices.... y sinceramente no he encontrado ninguna en la que un elemento de posesión material tuviera una gran influencia en la misma. Es decir, en mi modesta opinión, el grado de felicidad no tiene mucho que ver con la situación económica, siempre que ésta permita llegar a fin de mes, si no, que a tenor de lo visto y evaluado, la FELICIDAD tiene más que ver con aquellas pequeñas cosas que nos alegran la vida, como podría ser un beso de uno de nuestros hijos, un abrazo sincero de nuestra pareja, etc, etc, etc....

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